Final Fantasy XV
“A los jugadores de siempre y a quienes hoy descubrís Final Fantasy”. Es el texto que aparece en pantalla cada vez que arrancamos Final Fantasy XV.
Un mensaje más que significativo. No estamos hablando de un título
cualquiera que llega al mercado con ganas de armar revuelo. Lo hacemos
de una de las franquicias más laureadas y queridas de la industria del videojuego. Todo el mundo, incluso los menos duchos en el ocio electrónico, conocen la saga Final Fantasy, debido a que su reconocimiento traspasa las fronteras del propio medio. Una serie nacida en el año 1987 de la mano de Hironobu Sakaguchi, y que en estas tres décadas ha sabido llenarnos mayoritariamente de alegrías, conformando un inmenso séquito de fieles
que esperan con anhelo y deseo cualquier buena nueva sobre esta serie
de epopeyas que, se podría decir que han alcanzado el rango de
históricas.
Por si el respeto y la admiración que infunde la propia marca en sí fuera poco, hay que tener en cuenta que el desarrollo de Final Fantasy XV también ha sido de lo más particular. Su periplo nació en el año 2006, hace nada menos que diez años. Inicialmente presentado como Final Fantasy Versus XIII (dentro de la serie Fabula Nova Crystallis) durante el E3 de ese mismo año, iba a tratarse de una trama accesoria de Final Fantasy XIII liderada por el equipo responsable de Kingdom Hearts 2. La premisa era la de crear un spin-off más orientado a la acción para ofrecer un estilo diferente del que había engrandecido a la franquicia, cuya idiosincrasia siempre ha sido la de basarse en los combates por turnos. Sin embargo, pasaba el tiempo y desde Square Enix no daban ninguna información sobre un proyecto que había generado una expectación inusitada. Bastante más que la provocada por las diversas secuelas de las andanzas protagonizadas por Lightning, que llegaban tratando de compensar esta falta de información y se iban con más pena que gloria ante su discutible calidad.
Ante la ausencia total de información sobrevolaba la idea de que la reputada empresa nipona había cancelado el proyecto. Tuvimos que esperar siete años. Siete. En 2013 comenzaron los rumores de que Final Fantasy Versus XIII pasaría a ser Final Fantasy XV, una entrega con más peso dentro de la serie debido a su orden numérico, conllevando una nueva y más elaborada trama. Fue una vez más en el E3 de ese mismo año cuando Square Enix hizo oficial un proyecto en el que Tetsuya Nomura estaba al frente, uno de los creativos más prestigiosos de la industria. Pero un año después cedió la silla de dirección a Hajime Tabata, quien ya había liderado otros títulos de la marca como Final Fantasy Type-0, del cuál hemos recibido hace tan solo unos meses un más que digno remake. Como veis, diez años de desarrollo en los que han pasado muchas cosas y en los que probablemente el juego habrá cambiado de estilo y patrones en diversas ocasiones. Pero, ¿habrá merecido la pena tanto tiempo de espera? ¿Está Final Fantasy XV a la altura? ¿Jugarán en su contra las altas expectativas generadas ante un desarrollo tan longevo? Tras habernos perdido unas cuántas horas por los parajes de la preciosa región de Eos, vamos a tratar de responder a estas preguntas desgranando todo lo que ofrece el que probablemente sea el título más esperado del siglo XXI.
Por si el respeto y la admiración que infunde la propia marca en sí fuera poco, hay que tener en cuenta que el desarrollo de Final Fantasy XV también ha sido de lo más particular. Su periplo nació en el año 2006, hace nada menos que diez años. Inicialmente presentado como Final Fantasy Versus XIII (dentro de la serie Fabula Nova Crystallis) durante el E3 de ese mismo año, iba a tratarse de una trama accesoria de Final Fantasy XIII liderada por el equipo responsable de Kingdom Hearts 2. La premisa era la de crear un spin-off más orientado a la acción para ofrecer un estilo diferente del que había engrandecido a la franquicia, cuya idiosincrasia siempre ha sido la de basarse en los combates por turnos. Sin embargo, pasaba el tiempo y desde Square Enix no daban ninguna información sobre un proyecto que había generado una expectación inusitada. Bastante más que la provocada por las diversas secuelas de las andanzas protagonizadas por Lightning, que llegaban tratando de compensar esta falta de información y se iban con más pena que gloria ante su discutible calidad.
Ante la ausencia total de información sobrevolaba la idea de que la reputada empresa nipona había cancelado el proyecto. Tuvimos que esperar siete años. Siete. En 2013 comenzaron los rumores de que Final Fantasy Versus XIII pasaría a ser Final Fantasy XV, una entrega con más peso dentro de la serie debido a su orden numérico, conllevando una nueva y más elaborada trama. Fue una vez más en el E3 de ese mismo año cuando Square Enix hizo oficial un proyecto en el que Tetsuya Nomura estaba al frente, uno de los creativos más prestigiosos de la industria. Pero un año después cedió la silla de dirección a Hajime Tabata, quien ya había liderado otros títulos de la marca como Final Fantasy Type-0, del cuál hemos recibido hace tan solo unos meses un más que digno remake. Como veis, diez años de desarrollo en los que han pasado muchas cosas y en los que probablemente el juego habrá cambiado de estilo y patrones en diversas ocasiones. Pero, ¿habrá merecido la pena tanto tiempo de espera? ¿Está Final Fantasy XV a la altura? ¿Jugarán en su contra las altas expectativas generadas ante un desarrollo tan longevo? Tras habernos perdido unas cuántas horas por los parajes de la preciosa región de Eos, vamos a tratar de responder a estas preguntas desgranando todo lo que ofrece el que probablemente sea el título más esperado del siglo XXI.
Uno de los aspectos que ha engrandecido a la saga es la calidad que
atesora a nivel narrativo. Y, por comenzar con una de cal, quizás sea
este el aspecto más flojo de Final Fantasy XV. Expliquémonos por partes y sin spoilers.
La aventura comienza de forma un tanto abrupta, presentándonos a los
personajes como si los conociéramos de toda la vida. En primer lugar
aparece el príncipe Noctis, quien por orden de su padre el Rey Regis, debe partir para casarse con Lunafreya, su prometida, en una especie de matrimonio por conveniencia en el que ha surgido un profundo amor. Junto a Noctis se encuentran sus protectores, que prácticamente se han convertido en amigos: Prompto, Ignis y Gladiolus. A modo de recomendación, quizás sea indicado que antes de insertar el disco en vuestras consolas echéis un vistazo a Kingsglaive: Final Fantasy XV,
la película que habla sobre los antecedentes previos al juego, y que
ayuda a comprender mejor el porqué del inicio de la aventura. Si no,
puede que estéis un tanto perdidos durante los compases iniciales, que
además son más pausados de lo que nos hubiera gustado.
Como decimos, y sin entrar en destripes, la historia de Final Fantasy XV se
mueve entre un filo de peligrosos altibajos que no ayuda al receptor a
involucrarse tan de lleno como se presupone en una aventura de estas
características. El guion comienza a tomar forma cuando se llevan unas
cuántas horas de juego, tras haber llegado a ese punto casi por puro
placer y sin saber muy bien por qué. El juego pretende abarcar diversos
temas que otrora la serie manejaba con soltura y grandeza, pero termina
cayendo en estereotipos más propios de un libreto bastante poco
entusiasta y ciertamente conformista. Su historia de amor carece de la
potencia y el impacto con las que en su día nos hicieron vibrar, como la
de Cloud y Aerith, Squall y Rinoa o Tidus y Yuna más
recientemente en el tiempo. Algo parecido ocurre con el villano
principal -y único- del juego, que a pesar de desbordar personalidad, no
aporta nada que no hayamos visto con anterioridad.
Por otro lado, se echa en falta una mayor presencia de personajes secundarios, así como un mayor protagonismo de los que aparecen, ya que en algunos casos su presencia es testimonial, e incluso desaparecen sin motivo. El resultado es que ciertos acontecimientos importantes a nivel narrativo quedan inconexos y sin resolver. Por si fuera poco, la desaparición de algunos de los integrantes del grupo principal en momentos puntuales nos hacen sospechar de que saldremos de dudas de lo ocurrido más adelante... a base de DLC(Una extensión del juego que se compra online).
Por otro lado, se echa en falta una mayor presencia de personajes secundarios, así como un mayor protagonismo de los que aparecen, ya que en algunos casos su presencia es testimonial, e incluso desaparecen sin motivo. El resultado es que ciertos acontecimientos importantes a nivel narrativo quedan inconexos y sin resolver. Por si fuera poco, la desaparición de algunos de los integrantes del grupo principal en momentos puntuales nos hacen sospechar de que saldremos de dudas de lo ocurrido más adelante... a base de DLC(Una extensión del juego que se compra online).
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